“No
hay nada más inminente que lo imposible: lo que hemos de prevenir siempre es lo
imprevisto.”
Victor
Hugo
Llega fin de año y la mayoría
de la empresas busca devolver de alguna forma el esfuerzo que cada uno y una de
sus colaboradores hicieron durante los últimos 12 meses.
Este año particularmente fue
especial para la nuestra porque pasaron grandes cambios y nos pusimos
metas agresivas pero alcanzables. ¡¡Y las logramos!! Fue un año que aprendimos
a trabajar a distancia, nos adaptamos a nuevos estilos de liderazgo, comenzamos
a dar seguimiento serio a nuestros objetivos tanto profesionales como
personales, muchos comenzaron a animarse a vender, y entraron varias personas
nuevas.
Hay muchos momentos para
celebrar, y hacer esta reunión es poner broche de oro y juntar las energías
para prepararse para el nuevo ciclo fiscal.
Ya es costumbre que nuestra
fiesta se haga en un hotel de playa, de un día para el otro. Y soy una persona
que ama tener tradiciones (será tal vez por mi folclore argentino). Este año sin
embargo pasaron muchas situaciones imprevistas que me hicieron recapacitar y
aplicarlas al ambiente laboral. Porque al fin y al cabo son cosas que pasan día
a día:
*Planifica con Tiempo
Si bien teníamos planeado
salir con las 2 horas necesarias para llegar a destino a la hora del check-in,
la ruta estaba colapsada por temas de obras nuevas y alguna que otra
inundación. Esto que hizo que todo se demorara casi una hora y media más allá de lo normal, y retrasar todo el esquema de actividades que teníamos para esa
tarde. Aquí la primer lección: en la planificación y logística debemos
considerar siempre un espacio para los imprevistos.
*Comunica, comunica, comunica
El punto anterior se podría
haber prevenido si alguna persona hubiera avisado de esas situaciones en la ruta. Parte del equipo vive por la zona y no sintieron que
esta situación sea fuera de lo normal por lo que no previeron que ese dato
podría haber sido vital para salir un tiempo antes. Muchas veces se nos olvida que no todos manejamos la misma información, por lo que hacemos suposiciones y olvidamos la importancia de comunicar. Yo soy
pro de la sobre-comunicación, antes que la falta de ella. También el resto fallamos
en no utilizar alguna app de navegación sólo hasta el momento de empezar el
viaje.
*Utiliza la inteligencia
emocional
Se dieron algunas situaciones
con personas nuevas que chocaban de alguna manera con los valores del resto del
equipo, o conversaciones que tenían y que por algunas diferencias
culturales podrían no ser bien aceptadas por el resto del equipo, o incluso podían llegar a incomodar a otras. Muchas veces nos
olvidamos de valorar la diversidad en el ambiente de trabajo, tratando de
normalizar algunas situaciones que no lo son para el resto de las personas. La diversidad
es lo que hace rica a la cultura organizacional, por lo que debemos velar que
se respeten los valores individuales en pro de los valores institucionales.
*Se flexible
Ante esta situación no queda
otra alternativa que ser flexible ante lo inesperado. La solución de confrontar
a estas personas en un ambiente festivo, no iba a tener un resultado positivo
para el resto del equipo. Por lo que a veces sirve contar hasta diez, y pensar
alternativas para hacer que las cosas fluyan, y manejar una comunicación asertiva para evitar que esa situación se repita.
*No abandones tus tradiciones
Algunos casi me matan por obligarlos a ir a hacer el tradicional brindis de fin de año en la playa. Este año,
con todos los imprevistos, nuestra agenda ya iba por las nubes, y la discoteca ya estaba abierta. El hecho de demorar la llegada a la pista de baile una hora más, no fue del agrado
de todos. Pero insistí en tener este momento entre todos, ya que era el único en el que podemos hacer una pausa real, mirarnos todos y todas a la cara, meditar
unos minutos escuchando el mar, reflexionar sobre lo que alcanzamos y los retos
que nos esperan. Estas tradiciones son importantes para la cultura
organizacional y nos fortalecen como equipo.
(Igualmente, sí tuve que ser flexible, improvisar
y modificar la verdadera actividad que tenía en mente para ese momento, que iba
a durar como una hora, pero tenía que ser consciente de los intereses de todo
el grupo)
*Aprende tus valores
Una de las actividades más entretenidas
que realizamos fue la realización de vídeos publicitarios por grupos. Cada uno debía actuar una situación en la que comunicaban informando los servicios de la
empresa, y los valores que nos representan. Es clave que varias veces al
año revisemos nuestros valores, misión y visión, para asegurarnos de que nuestras
actividades diarias y objetivos estén alineadas con nuestros objetivos a corto
y largo plazo.
*Celebra el equipo
¡Qué mejor que terminar un año
juntos superando las metas! Lo primero es dar gracias a cada uno de los que
formamos parte de la empresa, porque el esfuerzo personal fue lo que llevó al éxito conjunto de la organización. A veces no son necesarias grandes fiestas ni rifas extraordinarias,
sino cosas simples que la gente note que es valorada en el lugar de trabajo. Es
dedicar unos minutos a escuchar a las personas, compartir un café o unas pizzas,
que sientan que sus opiniones son escuchadas y tomadas en cuenta.
*Recompensa los logros
Las metas son una guía que
tenemos para alcanzar nuestra visión empresarial. Un buen objetivo debe cumplir
con el método SMART (específico,
medible, alcanzable, relevante y con plazo), por lo que si estaba bien
formulado implica un esfuerzo realista por parte del equipo para lograrlo. El alcanzar estas metas debe
ser valorado para celebrar el esfuerzo conjunto. Las empresas tienen diferentes
formas de hacerlo: bonificaciones en dinero, tarjetas de regalo, días libres de
vacaciones, entre otras. Cada una sabrá cuál es la mejor forma de compensar al
equipo considerando su cultura organizacional. En nuestro caso fue dar libre la última semana del año.
*Ríete de ti mismo
Los imprevistos son parte de
este día a día, y aprender a gestionarlos es la clave para poder seguir
adelante. Generalmente, tendemos a estresarnos ante este tipo de circunstancias,
pero si logramos cambiar el foco de cómo reaccionamos ante las mismas podemos
sacar una ventaja competitiva. Es importante ser conscientes de que la mayoría
de las veces no podemos cambiar la situación, pero sí podemos cambiar como
nosotros reaccionamos ante las mismas. Y para mi siempre es mejor hacerlo de una
manera positiva, aprendiendo a reírse de uno mismo, ya que al fin y al cabo lo
que uno se lleva del trabajo (y de la vida misma) son las buenas risas
compartidas.
Felices Fiestas y brindemos por un 2020 lleno de nuevos imprevistos!
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