" La vocación es la espina dorsal de la vida " – Friedrich Nietzsche Algunas semanas atrás conocí a Vicente. Vicente es contador, llega todos los días a las 830 de la mañana (puntual), toma un café a las 11 y un almuerzo ligero en su escritorio a la 1pm. Casi que no se levanta de su puesto en todo el día. En los días que convivimos sólo lo hizo para recoger unos papeles, triturar otros e ir por su café. Al llegar a la oficina chequea las noticias en varios diarios online, analiza el comportamiento de algunas acciones en la Bolsa y luego enciende su Quickbook y comienza a registrar las operaciones del día anterior de al menos cinco compañías. Hace algunos llamados, concilia el banco y luego, a eso de las 5 y monedas, «he calls it a day». Toma su maletín, de esos antiguos que ya apenas se ven en bancos o series de gangsters, un poco gastado de tantos años de acompañarlo, y apaga las luces de la oficina, echando llave en cada puerta. Luego, ya con el sol de la ta...